NO AL CHANTAJE Y LA TRAMPA DEL BALOTAJE - VAMOS POR EL VOTO BRONCA

-votar en blanco, anular el voto o
no votar-
El ajustado triunfo de Scioli, apenas dos puntos por encima de Macri, contrarió los pronósticos triunfalistas del oficialismo que vaticinaban una victoria en primera vuelta sin necesidad de balotage. De cara a la segunda vuelta el final está abierto, y las chances de que se imponga el candidato del PRO son ciertas. En este marco, el dato político que más resalta fue el resultado a la gobernación de Buenos Aires, en donde Vidal superó a Aníbal Fernández, desplazando al peronismo de la conducción de la provincia tras 28 años ininterrumpidos.
El resultado electoral, sin dudas, configura un voto castigo al gobierno kirchnerista frente a los claros signos de deterioro que, más allá de los discursos, muestran una economía estancada, una inflación que supera el 25%, caída de las reservas y un déficit fiscal de 8 puntos del PBI. Tampoco elcontexto internacional ayuda, con la crisis en Brasil y el decrecimiento chino que impactan en nuestro país, a lo que se suma la caída en el precio de las materias primas. Todo ello plantea un escenario en donde el salario rinde cada vez menos, se hace sentir la presión sobre el trabajo con las suspensiones crecientes y la pobreza avanza en los barrios. A ello hay que agregar el hartazgo por la impunidad de funcionarios como Jaime y el rechazo a lo más rancio del PJ, como quedó demostrado en varios recambios de Intendencias del conurbano.
Que el vehículo para el castigo fuera el voto al Pro no supone un vuelco a la derecha del electorado, en la medida en que ni Scioli ni Macri plantearon sus verdaderas intenciones en relación al ajuste, la devaluación, los subsidios y el endeudamiento, diferenciándose tan solo en si recurrirán al gradualismo o lo harán de golpe.
Por otro lado, el resultado recalentó la interna en el Frente para la Victoria. Mientras los distintos sectores del kirchnerismo buscan culpables y señalan alternativamente a Scioli o a Aníbal Fernández, la verdadera madre de la derrota es la propia Cristina.
Globalmente, se ratificó la volatilidad del voto y la persistencia de una franja disconforme con la oferta electoral. Es cierto que la elección presidencial acaparó la atención al punto que el ausentismo electoral se redujo respecto de las primarias, de la misma forma los 1,2 millones de votos en blanco de las PASO se redujeron a 700mil. Sin embargo y en contrario, los votos blancos y nulos rondaron los 1,4 millones en el punto referido a diputados nacionales, siendo también altos esos números en varias elecciones a gobernadores.
Un potencial gobierno de Macri significaría la aplicación de políticas ajustadoras más directas, en consonancia con el reclamo de los grandes grupos económicos que piden un ajuste sin rodeos. Sabiéndose en desventaja, Scioli plantea promesas de campaña en forma de concesiones a justas demandas populares, aunque su línea de gobierno también sea la de avanzar en el ajuste con cierto gradualismo. Tras la batalla electoral, emergerá un gobierno condicionado y más permeable auna la presión de los monopolios que reclaman devaluación, recorte de subsidios, topes a las paritarias y la represión de la movilización obrera y popular.
En definitiva, más allá de estilos y armados políticos diferentes, lo que viene por delante ya sea con Macri o con Scioli es ajuste sobre el pueblo. Pero para aplicar estos planes, el próximo equipo gobernante se tendrá que enfrentar con una rebeldía popular que no pudo ser puesta en caja en todos estos años. Es la que se expresó en luchas obreras como las de la línea 60 o los aceiteros del Gran Rosario. La que se plasma en paros, cortes de ruta y tomas de colegios. La que no retrocede a pesar de la represión que llega a cobrarse vidas: la última, la del dirigente chaqueño Angel Verón, asesinado por la policía provincial semanas atrás. En esta energía está la valla de contención contra el ajuste y la fuerza que debe ser puesta en marcha para derrotarlo, que debe expresarse ante el menor avance sobre los derechos y las conquistas del pueblo.
En línea con esta batalla, ante el balotaje la mejor opción para los trabajadores y el pueblo es que el próximo presidente asuma con la cancha marcada por el rechazo a cualquier plan antipopular. En esta dirección, el PRML ratifica la posición sostenida ante las PASO y la primera vuelta de votar en blanco, anular el voto o no votar, preparando las condiciones para la unidad de los que luchan en dirección a derrotar el ajuste que reclaman los monopolios, las multinacionales y los banqueros.
PRML, 31/10/2015