Fecha de publicación: Marzo 24, 2016

Categoría: Extra

Como ocurre cada 24 de marzo, a lo largo de 40 años, el tenaz y persistente movimiento popular contra los crímenes del terrorismo de estado implantado en 1976, y que se ha convertido en una barrera infranqueable para las políticas de impunidad, ocupa las calles y plazas del país.
La dictadura cívico-militar, surgida aquel 24 de marzo, para imponer un proyecto de país asentado en la dominación de los monopolios, del capital financiero internacional y alineado con los intereses imperialistas, el yanqui en particular, debía superar un escollo principal, la resistencia de las organizaciones obreras y populares y, para ello, recurrió al genocidio y el terror contra los luchadores y el pueblo argentino.
Durante esos años, los grandes grupos económico-financieros, los monopolios de adentro y afuera, los organismos multinacionales de crédito como el FMI y algunos países imperialistas fueron los beneficiarios de las políticas de la dictadura, que profundizaron los rasgos de una Argentina capitalista dependiente y agigantaron la desigualdad entre los pocos que acumulan enormes riquezas y los millones que no alcanzan siquiera a percibir un ingreso mínimo que les garantice la subsistencia.
Transcurridos más de 30 años, los gobiernos constitucionales que siguieron a la dictadura consolidaron las bases estructurales de la Argentina dependiente y monopólica. Se suceden los gobiernos, pero continúa el sistema que ha condenado a millones de argentinos a la pobreza y la indigencia.
Desde diciembre, Macri encabeza un nuevo gobierno. Viene acompañado de una política de descarnado ajuste, con su protocolo antipiquetes y el acuerdo con el gran capital financiero y la usura internacional, de alineamiento con el imperialismo yanqui.
Desde que asumió, las condiciones de vida de los trabajadores se agravaron enormemente; quienes con sueldos viejos enfrentan la descontrolada escalada de precios nuevos tras una devaluación superior al 60%, los despidos ya se ubican por encima de los 100.000 en los dos primeros meses del año, se profundiza la recesión que anticipa más suspensiones y despidos.
Una política de ajuste que no reconoce diferencias entre el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, gobierne quien gobierne, desde Jujuy a Tierra del Fuego.
El acuerdo para el pago a los fondos buitres que se tramita en el Congreso expuso no solo las miserias personales sino las escasas diferencias políticas y de principios que separan a los partidos que representan a las distintas facciones burguesas.
En este cuadro, si la sola presencia del presidente Obama en nuestro país ya es una afrenta a la conciencia antimperialista de nuestro pueblo, que sea el 24 de marzo, al cumplirse un aniversario del golpe de estado patrocinado por el imperialismo yanqui, es una agresión inaceptable para un pueblo que viene luchando por memoria, verdad y justicia con los crímenes del terrorismo de estado y contra la impunidad a los represores de hoy. Tampoco olvidamos la colaboración de EE.UU. con Inglaterra en la guerra de Malvinas y la información de inteligencia aportada para que la flota pirata produjera el hundimiento del crucero General Belgrano.
Así como cada 24 de marzo evocamos a nuestros 30.000 compañeros desaparecidos en su condición de luchadores y militantes por una Argentina liberada, verdaderamente democrática y popular, también recuperamos la memoria de todos los caídos en las luchas populares a lo largo de nuestra historia.
Por eso, este 24 de marzo convocamos a los trabajadores y el pueblo a ocupar las plazas y calles del país por las consignas de:
 No el ajuste contra el pueblo y a favor de los monopolios
 En defensa del salario, del trabajo y los ingresos populares
 No al pago a los fondos buitres y la deuda externa fraudulenta
 No a los protocolos represivos y la criminalización de la protesta popular
 Por un sindicalismo heredero de la tradición de lucha y rebelión del Cordobazo.
 Por la unidad popular antimperialista
 Fuera Obama de Argentina, fuera el imperialismo de América Latina