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PARTIDO REVOLUCIONARIO MARXISTA LENINISTA

¿Sólo se puede ceder ante la rapiña?

Fecha de publicación: Julio 18, 2014
Publicado en: No Transar N° 87
Categoría: Nacional
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La fábula del buitre

La historia del capitalismo no es reductible a la historia del dominio. Ésta tiene su complemento necesario en la historia del dominado, quien lo es en tanto y en cuanto elige serlo y no luchar contra la dominación, tal como reza la dialéctica del Amo y el Esclavo, la cual, permanente y lamentablemente, se reafirma a cada paso en la sociedad capitalista.

Ocurre que ahora la Presidente quiere hacernos creer que los malos son los acreedores, sin hacer ninguna consideración sobre la vocación explícita del gobierno de afirmar la deuda y persistir como parte del sistema sin rebelarse; al contrario, haciendo permanente gala de querer pagar hasta el último centavo. Algo en lo que coinciden la oposición parlamentaria y los medios “hegemónicos”, quienes en ésta cerraron filas con la retórica ineluctable de “honrar la deuda”.

Entonces, necesariamente, pasamos a hablar del Juez Griesa, los fondos buitres y el papel de la Corte de Justicia Norteamericana, como si naturalmente viviésemos en el siglo XVIII y no fuésemos otra cosa que mera colonia cuyos litigios deben ventilarse en los tribunales de la metrópoli, soslayando la propia soberanía y los poderes políticos y legales internos (ni hablar del pueblo), quienes ni siquiera han tenido un papel testimonial en las decisiones.

Ese es el nivel de genuflexión de un gobierno cuya prueba de verdad ha sido hacer los deberes, rendir cuentas, labrar compromisos de entrega en cláusulas secretas y pedir disculpas por los contratiempos, aunque en el recreo la Presidente nos cuente su versión patética de creerse la más viva del grado.

¿Y dónde está la viveza? Néstor y Cristina Kirchner fueron los más pagadores, pero como resultado la Argentina continúa debiendo más que antes, tanto a valor absoluto como relativo, lo cual surge cuando se suma a la nueva deuda externa la deuda de estos años contraída con la Anses y el Banco Central (sin contar, claro está, la deuda con los trabajadores, los jubilados, las provincias, los municipios, los proveedores, etc.).

Entonces, volvamos al comienzo. La historia del capitalismo es la historia de la Compañía Británica de las Indias Orientales en la época en que Inglaterra exportaba manufacturas y la historia de la Baring Brothers en la época en que el Imperio Británico exportaba excedentes financieros. En nuestro país, la Baring abarca toda una época desde el empréstito otorgado a Rivadavia y sus secuaces para construir el puerto de Buenos Aires hasta la puesta en marcha del pacto Roca (h) - Runciman en la década infame, para posibilitar que Argentina no quedase al margen del “Commonwealth” durante la crisis de los años 30.

Pero la historia del capitalismo ha sido también la del ocaso del imperialismo inglés y la del ascenso del imperialismo yanqui. Fenómeno que se verificó durante los dos primeros gobiernos de Perón quien, por una parte -anticipándose a Néstor y Cristina-, decidió pagar hasta el último centavo a los piratas ingleses según lo acredita el “Acta de la Independencia Económica” consagrada en Tucumán el 9 de julio de 1947 y, por otra, iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento, esta vez con los Estados Unidos, a través del Eximbank, quien en 1950 acordó con la Argentina un préstamo por 125 millones de dólares destinados a saldar deudas con comerciantes norteamericanos, la ley de inversiones extranjeras de 1953 y los acuerdos petroleros firmados con la California Standard Oil, entre otros. Una historia que continúa hasta nuestros días evidenciando el registro de la dependencia a resguardo de una serie de mitos oficiales:

Primer mito: “Desendeudamiento”

El gobierno K trocó la deuda externa reestructurada y no reestructurada (fondos buitres) por nueva deuda externa y deuda interna con la Anses y el Banco Central, afirmando haber desendeudado al país, olvidando que el primer desendeudamiento en la historia nacional (sin olvidar el logrado con la Baring al cabo de 80 años) fue el realizado por Juan Domingo Perón, quien aprovechando la bonanza resultante de la venta de cereales durante la Segunda Guerra Mundial, terminó pagando la totalidad de la deuda de aquel momento (m$n 12.500 millones Peso Moneda Nacional).

La “genialidad” de Néstor y Cristina de crecer para desendeudarse en lugar de desendeudarse para crecer, resulta de esta forma un simple plagio, reiteradamente falaz a la luz de los resultados.

Segundo mito: “Especulación inescrupulosa”

Los bonos adquiridos por los fondos buitres en 2008 fueron emitidos por el gobierno para circular en las condiciones del mercado capitalista de aquel momento. Por dicho motivo, el drama no está en la tenencia de los mismos a valores del mercado actual, sino en haberlos puesto en circulación a sabiendas que los tenedores de los éstos iban a buscar el momento más conveniente para realizarlos, es decir, convertirlos en dinero.

Por tanto, fue el kirchnerismo quien alentó la especulación de los fondos NML Capital Ltd y EM Ltd, al posibilitar los papeles que a la postre se volvieron contra al país.

Tercer mito: “Capitalismo Salvaje”

La primera concesión que niega toda posibilidad de análisis es aceptar la supuesta existencia de un capitalismo mejor, es decir, el que propone el kirchnerismo. ¿Quién dijo que la ganancia que se apropia el capital industrial es mejor que la que se apropia el capital comercial, agropecuario o financiero (como en este caso)? Todo capitalismo se basa en la extracción de plusvalía, la cual se obtiene de la explotación de la fuerza de trabajo. El capital productivo y el parasitario son partes de la totalidad del sistema.

Por eso, los grupos monopólicos Chevron, Monsanto y Barrick Gold, resultan partes inseparables de una misma lógica, la lógica del capital, de la cual forman parte los buitres.

Cuarto mito: “Honrar a los acreedores”

¿Por qué el secuestro, la tortura y la desaparición constituyen delitos imprescriptibles (de lesa humanidad) y no sucede lo propio con el endeudamiento fraudulento al servicio del cual se violaron los derechos humanos? ¿No es competente el “estado de derecho” para juzgar la deuda y los responsables del endeudamiento? ¿Cuál es la contraparte “nacional y popular” al fallo del Juez Griesa y el desplante de la Corte de Justicia Norteamericana?

El juez Jorge Ballesteros demostró a partir de las denuncias realizadas por Alejandro Olmos la existencia de 467 ilícitos vinculados al manejo de la deuda externa desde la dictadura militar en adelante. El fundamento del fallo dice que “de orígenes ilegítimos no pueden derivarse efectos posteriores legítimos”, invalidando de esta forma el 90% de la deuda externa que, según el fallo, debe declararse “odiosa”, razón por la cual a la Argentina le corresponden acciones legales de reparación por todo lo pagado indebidamente durante décadas.

Las causas de Olmos y del Megacanje (donde está procesado el ex secretario de Finanzas de la Alianza, Daniel Marx), las auditorías realizadas por Ecuador y Costa Rica, sometidas al Tribunal Internacional de La Haya, la investigación de Brasil sobre su propia deuda, etc., suponen alternativas a Griesa y la Corte yanqui. Sin embargo, para la Presidente Cristina Fernández la deuda es un tema que, en todo caso, debió tratarse en 1983 (Página12, 23/01/10).

Entonces, constituyen mitos ideados al sólo efecto de justificar el andamiaje oficial de la entrega.

En la fábula del buitre de Franz Kafka, un personaje temeroso y picoteado descubre que la sangre, además de alimentar, puede ahogar al malvado pájaro. ¿Será que el no pago de la deuda sea capaz de terminar con la rapiña? Seguramente, Cristina no hará la prueba.

Jorge Diaz

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