No Transar N° 95

Editorial
Una Argentina que reclama, con los trabajadores a la cabeza
El 31 de marzo mostró un masivo paro de los trabajadores. El país se paralizó, fue el más importante de la era kirchnerista. Reveló un estado de reclamo que excedió con creces el de la eliminación del impuesto al salario, si no resulta inexplicable el fuerte acatamiento en todo el país.
Resultaron vanos los esfuerzos del gobierno nacional por detenerlo, al igual que rozaron el ridículo los argumentos para ningunearlo o desvirtuarlo como hizo Cristina Kirchner, afirmando que se trataba de una demanda de trabajadores ‘ricos’.
El combativismo sindical y la izquierda le agregaron activismo con los piquetes. Las cúpulas sindicales propatronales y burocráticas también mostraron, objetivamente, su capacidad y poder.
Ya desde la misma convocatoria, cuanto más en el paro, quedaron expuestas las fracturas en la CGT oficialista. Su propio jefe, el metalúrgico Caló, debió dejar en libertad a seccionales y afiliados. Entre los gremios convocantes estuvieron la UTA y la Fraternidad que militan en la misma central. Otros directamente carnerearon, como Yaski o Pianelli de subterráneos.
El paro introdujo en la escena a una Argentina que reclama, con los trabajadores a la cabeza y sus demandas contra el ajuste en marcha.
Ahora, desde el gobierno nacional y desde las grandes patronales, se...