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PARTIDO REVOLUCIONARIO MARXISTA LENINISTA

Los datos de la economía se completan con las luchas sociales

Fecha de publicación: Abril 12, 2016
Publicado en: No Transar N° 106
Categoría: Sindical
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Quitas salariales y despidos, propios de cualquier recesión, no crean las mejores condiciones para la lucha de los trabajadores. Si a esto le agregamos el hándicap favorable pos electoral de un gobierno con apenas 100 días en el poder, el resultado parece cantado. Sin embargo, la realidad y los números marcan otra cosa.
 
Según el Centro de Estudios Nueva Mayoría, durante enero de 2016, tuvieron lugar 44 conflictos laborales. La cifra contrasta claramente con los 23, 16, 31 y 12 conflictos registrados en igual mes durante 2012, 2013, 2014 y 2015, respectivamente. Los despidos en la administración  pública han sido la causa principal de este incremento.
La ola de cesantías en la administración pública se diferencia claramente de la observada durante la denominada Reforma del Estado (véase privatizaciones) del gobierno menemista, durante la cual el ajuste incluyó el pago de despidos, retiros voluntarios e indemnizaciones, fenómeno que no se verifica en la actualidad, dando cuenta de la precariedad del empleo público asociada a la existencia de contratos basura de la etapa anterior y a la inconstitucionalidad de los despidos. Es decir, se trata de cesantías doblemente ilegales.
De esta forma, en lo que significa una tendencia más allá del argumento de los “ñoquis”, los despidos continuaron en febrero, marzo y lo que va de abril, provocando una escalada de conflictos a consecuencia del ajuste en el gasto público y el pago de la deuda externa.
En tal sentido, la Capital Federal ha sido el distrito más afectado por las protestas de estatales por estar allí la mayor parte de las reparticiones del Gobierno Nacional.
El macrismo admitió que el número de cesantías supera los 10 mil trabajadores sólo en su administración, y ha sido esta la razón por la cual ATE respondió con un primer paro general que incluyó movilizaciones en varios puntos del país y bloqueando avenidas e ingresos a varias reparticiones del Gobierno, desafiando el protocolo antipiquetes.
También respondieron los docentes universitarios con un plan de lucha en demanda de adelantamiento de las negociaciones paritarias. Dicho plan tuvo su primera cita en una carpa conjunta de CONADU y CONADU Histórica frente al Palacio Pizzurno.
Sin embargo, no sólo los despidos motivan las protestas. La imparable inflación y el tarifazo de servicios públicos en materia de transporte, agua, gas, teléfonos y electricidad, están recalentando el clima sindical y social.
En Flores, hubo tensión durante un intento de desalojo de manteros, mientras que el cacique formoseño de la etnia Qom, Félix Díaz, retomó su acampe dentro de la ex-ESMA acusando a Macri de “incumplir sus promesas”.
Fuera de la Capital, la provincia de Buenos Aires fue escenario de numerosas marchas, piquetes e intentos de toma de edificios públicos por parte de los estatales. Las protestas más importantes se produjeron en La Plata, afectando a los gobiernos provincial y municipal. También hubo importantes protestas de estatales en Tres de Febrero, Quilmes,Tandil y Mar del Plata, además de las localidades del conurbano e interior bonaerense.
En La Plata los auxiliares docentes dejaron sin clases durante varios días a más de 4.000 alumnos. También, en esta ciudad, se produjo un bloqueo al ingreso del puerto platense por despidos en TecPlata. Además, hubo conflictos con trabajadores despedidos de la planta nuclear Atucha, trabajadores lácteos y grupos de vecinos autoconvocados.
En Santa Cruz, la crisis política que afecta al gobierno de Alicia Kirchner se agravó a raíz de la delicada situación de las finanzas provinciales, provocando sueldos de estatales impagos, obras públicas paralizadas y conflictos docentes, principalmente en Río Gallegos y en Caleta Olivia.
En esta provincia la cancelación de 24 contratos de obra que la Provincia había firmado con las empresas de Lázaro Báez, ha sumado a miles de trabajadores al desempleo, disparando piquetes de la UOCRA en Caleta Olivia, donde también hubo numerosas protestas de trabajadores estatales y cooperativistas.
La UOCRA también cortó rutas en Río Gallegos, Piedra Buena, San Julián, Puerto Deseado y Río Turbio por despidos en IsoluxCorsán. Al caos santacruceño lo completaron bloqueos en Caleta Olivia y Cañadón Seco por parte de trabajadores petroleros de la empresa Copesa, contratista de Sinopec.
Por su parte, en Tierra del Fuego, la gobernadora Rosana Bertone informó un déficit previsional de $40 millones mensuales, razón por la cual impulsó la sanción de una Ley que en la práctica recorta el salario de bolsillo de funcionarios y trabajadores -por “contribuciones” a derivar a un fondo solidario para jubilaciones- al tiempo que elevó la edad jubilatoria. El conflicto desatado con los estatales provocó más de un mes de paros. Así, la provincia estuvo prácticamente aislada durante todo el mes de marzo, sitiada por los piquetes de trabajadores estatales. La medida incluyó un bloqueo a la Casa de Gobierno provincial y piquetes en rutas y en el acceso al aeropuerto de Ushuaia.
En la provincia de Córdoba hubieron numerosas protestas de estatales y grupos de vecinos. Los docentes provinciales protagonizaron una huelga histórica, finalmente entregada por la burocracia de la UEPC. Mientras tanto, los médicos de los hospitales provinciales mantienen la protesta pese al intento de la burocracia del SEP de abortar cualquier reclamo por encima del techo salarial pactado con el Gobernador Juan Schiaretti. En esta provincia también se produjeron reclamos de trabajadores municipales al tiempo que los empleados del diario La Mañana de Córdoba marcharon y realizaron piquetes para protestar contra los despidos.
En Santa Fe, los estatales y organizaciones sociales de izquierda sitiaron la ciudad de Santa Fe y Rosario por reclamos salariales y de asistencia social. En Rosario también hubo piquetes vecinales por cortes de luz y de ocupantes de tierras quienes bloquearon la ruta nacional N° 11.
En Mendoza, el conflicto docente se profundizó luego del anuncio del decreto de aumento salarial del 32% y un adicional de 1.300 pesos condicionado al presentismo (“Ítem Aula”). En esta provincia, la crisis con los docentes se sumó a reclamos de los empleados del Casino provincial.
En Chaco, hubo numerosos piquetes y acampes por despidos en Resistencia y diversos municipios. A su vez, grupos de Wichís cortaron rutas a la altura de Tres Isletas y Villa Bermejito, dejando aisladas a varias poblaciones.
En Chubut, hubo nuevos despidos en empresas de servicios petroleros que derivaron en piquetes de petroleros y trabajadores de la construcción sobre la ruta nacional N° 3 y en accesos a yacimientos petrolíferos.
En Jujuy, además de los reclamos por la liberación de Milagro Sala, hubo conflictos de los trabajadores municipales (SEOM), quienes realizaron marchas y piquetes en varias localidades.
En San Juan, los trabajadores despedidos de Cerámica San Juan tomaron la sede de la empresa y bloquearon durante varios días la ruta provincial N° 60. También hubo protestas de organizaciones ambientalistas y grupos de vecinos autoconvocados contra la minería a cielo abierto.
En Neuquén, el gremio de docentes estatales ATEN llevó a cabo nuevos paros por los aumentos salariales desdoblados y por el cierre del segundo proceso judicial por la muerte de Carlos Fuentealba. Por otra parte, grupos de desocupados bloquearon la ruta nacional N° 22 en Plottier y otras localidades. También hubo piquetes de originarios mapuches y trabajadores de la construcción.
El Observatorio Social de la UCA informó que en solo tres meses 1,4 millones de personas cayeron en la pobreza y que el número crecerá al menos hasta mitad de año.
Por otra parte, el reclamo por Ganancias y los despidos han tenido la virtud de unificar a las centrales sindicales. Por primera vez Hugo Moyano (CGT Azopardo), Antonio Caló (CGT oficial), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), Hugo Yasky (CTA filo K) y la de Pablo Micheli (CTA disidente) convergerían en una movilización prevista de cara al 1ro de Mayo. Sin embargo, frente a los crecientes reclamos obreros, a la luz del protagonismo y la iniciativa de estos sectores, esta renacida iniciativa seguramente no apuntará a otra cosa que poner paños fríos, razón por la cual, además de apuntar contra el macrismo y los monopolios aliados al gobierno, la pelea antiburocrática deberá ponerse a la orden del día.
 
La lucha es una tendencia 
en auge
 
Asistimos hasta aquí, más que a una política de gobierno, al cumplimiento por parte del macrismo del pliego de demandas de banqueros, exportadores y grandes corporaciones sin ahorrar nada y con un contenido claramente antiobrero y antipopular.
Muchos trabajadores, hartos del verso kirchnerista, en un comienzo creyeron en las promesas electorales de Macri luego de ‘prestarle’ su voto. Hoy el desengaño corre paralelo a los efectos concretos del ajuste y los tarifazos que pulverizan salarios, jubilaciones y subsidios.
En función del repaso hecho más arriba, afirmamos que la respuesta de lucha de los trabajadores es una tendencia en auge.
En un marco en que la masa de las paritarias aún no se han firmado y las condiciones de vida de las mayorías populares se agravan, lo que impone a delegados, comisiones internas, agrupaciones y activistas combativos, junto a los sindicatos recuperados, organizar la respuesta del conjunto de los trabajadores. Desde abajo, paso a paso, crecen las condiciones para un paro general activo; es tarea del activismo combativo favorecerlas y desarrollarlas como parte de un verdadero plan de lucha.
Tras el fracaso del Encuentro de Nacional del Sindicalismo Combativo y Antiburocrático, la ausencia de una coordinación unitaria del combativismo sindical es un límite. La unidad con la izquierda y los que luchan no se cocina en la primera horneada. Más allá de nuestra intención, seguramente este 1° de Mayo nos encuentre sin acto unitario; el crecimiento de la lucha de los trabajadores acomodará los melones en un carro al que a veces se sube el sectarismo, la autoproclamación y el oportunismo electoral.
Mientras tanto,  y en ese camino, nuestro partido mantiene su esfuerzo en la organización y unidad de los trabajadores en su conjunto y en torno a sus demandas, construyendo agrupaciones y orientando con firmeza nuestra corriente sindical por un gremialismo rebelde, heredero de la tradición clasista del Cordobazo.
Jorge Díaz

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