omo cada mes después del hecho, el pasado 6 de noviembre se llevó a cabo una movilización encabezada por los familiares de las víctimas de la explosión de Salta 2141 junto a la Comisión de Solidaridad, con el doble propósito de recordar a las víctimas y reclamar por justicia. La marcha finalizó en el ENARGAS (Ente Nacional Regulador del Gas) donde, ante la indignación por la complicidad del ente regulador y la falta de respuesta al pedido de una reunión con sus autoridades, se procedió a la toma del lugar. A la noche la intendenta Mónica Fein se comunicó con los familiares y se comprometió a recibirlos al día siguiente. Como saldo puras promesas difusas… Estos 15 meses de pelea tienen algunas enseñanzas para los familiares: Lo que se consiguió hasta ahora fue por el camino de la acción directa y de la movilización. Las expectativas en la “ayuda” de los políticos del régimen conducen a la derrota. Sin un programa claro, prima el desconcierto y pierden efecto las acciones. Bien sabemos de la responsabilidad del gobierno provincial, en manos de los socialistas, por el sostenimiento de la privatización criminal del gas y su inacción posterior a la explosión. También del gobierno nacional, con De Vido a la cabeza, que a través del ENARGAS, actúa como un triste cómplice de la impunidad con la que cuentan las multinacionales en este país. En este caso Techint/Suez. Queda claro que el camino sigue siendo la organización y la lucha con la clara consigna de ¡FUERA LITORAL GAS! Como un paso más hacia la transformación revolucionaria de este capitalismo dependiente, que pone el lucro de monopolios, multinacionales y banqueros por sobre la vida de las personas. A.D.