Tucumán - Hacia un Foro Patriótico Antiimperialista

La afinidad ideológica del contador Jaldo en Tucumán con el gobierno de La Libertad Avanza en el nivel nacional -que ostenta el mismo rumbo, conservador, de derecha proimperialista- los ha llevado a un rápido y temprano reconocimiento y entendimiento como es de público conocimiento, formalizando acuerdos y alianzas políticas con la casta libertaria de Milei, en desmedro de mayorías que ven afectados derechos democráticos, políticos y económicos fundamentales. 
Podemos ver aquí, como en otros puntos de la geografía del país y otros momentos de la Historia, la suma maleabilidad del justicialismo al poder de turno. Es de lamentar siendo una fuerza política que conoció tiempos mejores, cuando desplegaba las banderas del antiimperialismo, en solemne defensa de la soberanía territorial, económica y política junto a la avanzada justicia social. Nada ha quedado de ese pasado, como no sea la añoranza de un puñado de paisanos patriotas que no se resignan y no encuentran cómo mejor encauzar sus ansias de una patria independiente, justa y soberana, acorde a la profunda aspiración argentina que nos acompaña desde siempre. 
Es en este marco, en acuerdo con los lineamientos del Ministerio de Seguridad que encabeza la proimperialista y prosionista Patricia Bullrich, Jaldo impulsa política de terror y miedo sobre la población más afectada por el violento ajuste en marcha. Hoy el jefe de la Policía de Tucumán dispone y ejecuta sobre la vida y bienes de los habitantes de la provincia, en especial sobre los más desvalidos.
“El trencito”, como ha bautizado el ingenio popular a la flota de camionetas, motos y furgones con la horda de forajidos represores, llega y entra a las barriadas con fuerza arrolladora y soberbia, arremete contra los jóvenes presentes, increpados y golpeados en las calles y las plazas, los suben detenidos a los móviles, deberán abonar arbitrarias “multas” o quedarán detenidos a disposición del jefe de policía. Son las madres y las hermanas las que salen en lo inmediato a reclamar por los atropellos y ahí nomas serán ellas las “chuscheadas” y cargadas en los móviles, multadas por resistencia a la autoridad; corren, se refugian en sus hogares y por detrás va la policía, golpeando, derribando puertas y lo que se oponga…  Más de 40 años de democracia no han servido para nada: ninguna garantía para los mínimos elementales derechos del pueblo, las escenas se parecen en mucho a las de las épocas de la dictadura, con estado de sitio. Mientras tanto, muchas cosas de valor importante para quien no tiene nada, van desapareciendo de los lugares que solían ostentar, lo que se dice “botín de guerra”.
Esta política de control social busca por medio del terror y el miedo, impedir que el pueblo delibere y se organice. Para lograr este cometido basan su accionar en la Ley Provincial de Contravenciones 5140, un instrumento violatorio de la constitución provincial, la nacional y los tratados internacionales vigentes. Este instrumento legal fue sancionado por el gobierno justicialista del Dr. Manzur, otro prosionista, el mismo que compró las armas a Israel para equipar a la policía, a la par de convenios de capacitación y adiestramiento, basados en la larga experiencia represiva sobre las espaldas del pueblo palestino, que sufre el más cruel exterminio.
Pero estas políticas no se implementan desde la fortaleza política del proyecto en marcha, sino desde su más extrema debilidad. Saben de antemano que las medidas económicas, políticas y sociales que se despliegan en la provincia y en el país, más temprano que tarde provocaran la rebelión del pueblo.
Es para los patriotas de este tiempo y lugar de la Historia el desafío; hay que encontrar pronto la manera de detener todas las injusticias y agravios que sufre nuestro pueblo y la nación misma. 
Es por esta razón que un grupo de hombres y mujeres de nuestra comarca nos hemos dado a la tarea de impulsar un Foro Patriótico Antiimperialista, al solo efecto de encontrarnos y deliberar, desde la voluntad de hallar la manera de cortar de una vez y para siempre las cadenas de la dependencia que someten a nuestra nación y a nuestro pueblo a la insaciable voracidad imperialista.
Sabemos no será fácil la tarea, poco a poco nos encontraremos, nos reuniremos, debatiremos y en los acuerdos forjaremos programas y acciones que pongan de pie una alternativa válida y feliz para nuestro pueblo y nuestra querida patria.
Hay que discutir, debatir y acordar sobre la necesidad de suspender ya los pagos al FMI, nacionalizar la banca, el comercio exterior, los recursos estratégicos, aumento de salarios, jubilaciones, ayuda social ya. Y en defensa de las libertades democráticas, parar ya y sacar de la vía a “El trencito”. Para poner en marcha el tren de la Liberación Nacional y Social de nuestra querida Argentina.
Diego Quintero