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Si no hay justicia, hay escrache
El saldo de la Megacausa La Perla, Campo de la Rivera y D2 dejó una larga lista de condenas, 28 de ellas a cadena perpetua, 10 condenas menores y 5 absoluciones. Si ya es repudiable que personajes como Enrique Mafei, jefe de la Policía de Córdoba en 1975, no haya recibido prisión perpetua por ser considerado “partícipe secundario”, mucho más indigna que entre los absueltos estén algunos de los jefes de los “grupos de tareas” que coordinaba la D2. Pero hay más. El hecho es que todas estas condenas terminan teniendo un carácter poco menos que simbólico, en la medida que, el emblema por excelencia de la represión durante la dictadura en Córdoba, Luciano Benjamín Menéndez, goza del beneficio de cumplir su condena en su propia casa, por exceder los 70 años.
Esta política hipócritamente humanitaria, impulsada desde el poder ejecutivo y acordada con la justicia, de darles prisión domiciliaria a los genocidas bajo cualquier pretexto, es una burla y una provocación a la memoria de los 30.000 compañeros, a la lucha consecuente de los organismos de DDHH que no se vendieron, y al pueblo movilizado con sus organizaciones, gracias a cuya persistencia en las calles fueron posibles las anulaciones de las leyes de impunidad y los indultos, sosteniendo en alto la condena popular de la que no podrán zafar estos asesinos.
Hay que recordar que, durante los gobiernos kirchneristas fueron más de 400 los beneficiados con este régimen, con lo cual, la impunidad con los crímenes de la dictadura no es propiedad exclusiva del macrismo, aunque éste busque profundizarla. De hecho, el propio Menéndez vio la asunción de Mauricio Macri sentado en el sillón de su casa, con (en ese momento) once condenas a cadena perpetua en su contra. Y como si esto fuera poco, el presidente del TOF N°1, Díaz Gavier, declaró públicamente que “contabilizando los años que estuvo detenido, podría salir en libertad condicional dentro de dos años, aproximadamente”.
Si es tan clara la voluntad política del gobierno y la justicia adicta, de otorgar impunidad a estos asesinos, más clara aún debe ser la decisión de las organizaciones populares de no permitir tamaño retroceso en la lucha histórica por el castigo a los genocidas. La actitud traidora y rastrera de la Mesa de Trabajo por los DDHH, que suscribió una solicitada e invitó a Schiaretti a la sentencia (ex Guardia de Hierro con De la Sota, y socio en el ajuste de Macri, responsable de innumerables casos de gatillo fácil, represión y torturas en comisarías de la provincia), está en las antípodas de lo que la situación exige.
Es momento de volver a ganar la calle y transformar en acción el ‘adonde vayan los iremos a buscar’, recuperando la iniciativa popular frente al pacto de impunidad de Macri, Schiaretti y la justicia. Junto a las luchas salariales y contra el ajuste, es necesario impedir cualquier retroceso en las libertades democráticas, por eso el miércoles 28 de septiembre vamos todos a escrachar a Menéndez. 17hs, concentramos en Av. Caraffa y Av. Sagrada Familia.
-CÁRCEL COMÚN, PERPETUA Y EFECTIVA A MENÉNDEZ Y A TODOS LOS GENOCIDAS
-ADONDE VAYAN LOS IREMOS A BUSCAR. SI NO HAY JUSTICIA HAY ESCRACHE
-NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS
L.F.
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