Un castigo constante al bolsillo
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Si el salario no alcanza paro y lucha

Una vez más los trabajadores estatales son golpeados por el plan de ajuste del gobierno de Mauricio Macri.
A mediados de abril el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires junto a la dirección traidora de SUTECBA cerraron la negociación paritaria a espaldas de los trabajadores en un mentiroso 31% a pagarse en dos tramos, el primero se hará efectivo con un 14% a partir del 1 de abril (a cobrar en mayo) y el segundo con un 17% a partir del 1 de noviembre (a cobrar en diciembre). Con la mentirosa promesa de revisar el proceso inflacionario en septiembre. Esto implica que los estatales porteños estarán casi todo el año con un aumento de miseria y ni siquiera a partir del pago del segundo tramo a fin de año se logrará recuperar la pérdida del poder adquisitivo sufrida en los últimos cuatro meses producto de la inflación, el tarifazo en los servicios y el transporte público.
Frente a este escenario la bronca no se hizo esperar, con asambleas en diferentes organismos y hospitales de la Ciudad se expresó el repudio a la pésima negociación paritaria y a la dirección de SUTECBA encabezada por Genta que en la mesa chica traicionó a los trabajadores estatales acordando un aumento exiguo. La bronca se acompañó de organización y acciones concretas que continúan al día de la fecha con los trabajadores del Hospital Durand a la cabeza, quienes instalaron una carpa en la entrada del edificio, realizaron cortes en Acoyte y Rivadavia y llamaron a paro y cese de actividades. Proceso de lucha y organización que se contagió rápidamente en los Hospitales Piñeiro, Tornú, Gutierrez, Penna, Ramos Mejía entre otros.
SUTECBA fue puesto en jaque a partir de procesos de desafiliación masiva, al mismo tiempo que se le generó una importante crisis interna con propios delegados en desacuerdo con las medidas tomadas por la dirección. Mención aparte merece el accionar de ATE Capital que si bien se encuentra más preocupado por las propias internas y divisiones con ATE Nacional no tardaron en sumarse a la lucha que le impusieron los estatales desde las bases, pero las propias limitaciones se hacen evidentes cuando las medidas que promueven son aisladas y no responden a un plan de lucha que permita avanzar en conquistas reales.
El cierre de las paritarias a la baja en CABA es un llamado de atención para los estatales nacionales que en paralelo luchan por las reincorporaciones y deberán salir a defender salarios acordes a la canasta familiar que ya supera los $17.000.
Es necesario avanzar en un plan de lucha imponiéndoles a las direcciones sindicales como seguir y poniendo blanco sobre negro en pos de abandonar las medidas testimoniales profundizando la lucha con paros, ocupación de los lugares de trabajo y ganando las calles para quebrar el ajuste.
Ema Díaz
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