Luego de haber reclamado durante buena parte de 2017 la realización de elecciones presidenciales anticipadas en Venezuela, los ministros de relaciones exteriores de 12 países americanos,... Ver más
El drama de los que se van
Cada dos segundos alguien es forzado a abandonar su hogar en algún lugar del mundo. En 2020 el número de refugiados, migrantes forzosos y desplazados en todo el planeta ascendió a 82,4 millones, más del doble que en 2010 y casi 3 millones más que en 2019. Las invasiones, guerras civiles, hambrunas, persecuciones raciales y religiosas son las causas de esta migración no deseada. A ello se suma la creciente violencia de género y sexual. La discriminación hacia la colectividad LGBTI se ha convertido en una causa recurrente que expulsa de sus lugares de residencia a millones: más de 70 países criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, llegando en algunos casos a la pena de muerte. Marchan a la cabeza de este desastre humanitario Siria, con 6,8 millones de desplazados; Palestina, con 5,7 millones; Venezuela, 4,9 millones; Afganistán, 4,6 millones y Sudán del Sur con 4 millones.
Particularmente preocupante es la situación en Myammar (ex Birmania), en donde la comunidad musulmana rohingya vive desde hace años un verdadero genocidio a manos del ejército y grupos de budistas intolerantes. Pero la frutilla del postre es indudablemente el cambio climático: 30,7 millones de personas han huido de sus países a causa de catástrofes medioambientales, y algunos analistas estiman que para el año 2050, 1.200 millones de individuos deberán abandonar países en donde será imposible vivir. La vieja Europa, que entró a la Modernidad gracias a la explotación y esclavización de los pueblos de África, Asia y América, cierra las puertas a los miles que llegan a sus costas, sumidos en la más urgente esperanza o en la más absoluta desesperación. Lo mismo ocurre en los Estados Unidos, que niega el ingreso a los centenares de miles de mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños y latinos de todo tipo que buscan las migajas del gran sueño americano. El primer mundo, salvo excepciones parciales, como Alemania y Turquía, resiste la "invasión migrante", y desempolva las más abyectas recetas xenofóbicas y discriminatorias, al calor del crecimiento de alternativas políticas ultraderechistas y profundamente reaccionarias. Otra era la realidad cuando el campo socialista existía y gozaba de buena salud. Pero el muro de Berlín cayó y la caja de Pandora liberó todos los males de la tierra. El desarraigo es, a no dudarlo, uno de ellos.
El capitalismo y el imperialismo en su etapa agonizante -la más salvaje-, con su tráfico de armas, sus guerras de expansión, sus empresas contaminantes, son los responsables directos de esta tragedia global. Y solo las justas rebeliones de los pueblos pondrán fin a la sangría permanente de una humanidad que se agarra a las patadas en la proa de un barco que se hunde sin remedio.
Claudio Gallo
Notas relacionadas
-
-
La proliferación de protestas callejeras que ha conmovido a los EEUU tuvo como detonante el asesinato policial de un joven afroamericano en Minneapolis, pero derivó en un estallido social en... Ver más
-
Ningún país de la región ha sufrido en su historia tantos golpes de Estado como Bolivia. El último fue en 2019 y quebró una continuidad de 14 años en el gobierno del MAS, con Evo Morales al... Ver más