No al techo salarial: plan de lucha con no inicio
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Docentes - Al paro nacional para intervenir en la situación
Luego del plenario de secretarios generales llevado a cabo a fines del mes pasado, la CTERA resolvió convocar a un paro nacional el martes 14 de octubre.
Lo principal de la convocatoria pasa por la cuestión salarial. El reclamo de aumento de salarios se enmarca en la exigencia de que se reabra la paritaria nacional, se restituya el FoNID y se actualice el financiamiento educativo. Además de plantear la defensa del régimen previsional del sector: para los personeros del ajuste fiscal a costa del pueblo, las jubilaciones docentes son “de privilegio”.
Como no puede ser de otra manera, el gobierno responde a los reclamos con provocaciones. Consultado sobre el tema, el secretario de Educación Carlos Torrendell dijo a medios periodísticos que “Desde diciembre del 2023, la mejora de los salarios docentes ha ido avanzando. Un estudio que me dan todos los meses sobre los salarios en el sistema educativo nacional indica que ha habido un crecimiento de los salarios en todo este período y está casi cerca (sic) de la inflación”. Desmintiendo a Torrendell, hasta el mes pasado en 20 provincias del país el salario de un maestro de grado con 10 años de antigüedad estaba por debajo de la canasta básica, estimada en $1.160.780 (Primera Edición, 24/08/25).
Superar los límites de CTERA
Este es el cuarto paro nacional que convoca CTERA, luego de las medidas de marzo, abril y julio. Sin embargo, no se trata de el resultado de una lucha planificada a largo plazo. Durante todo el año la central docente dejó a su suerte a las luchas provinciales, algunas de ellas muy álgidas, como las de Chubut, Neuquén, Tierra del Fuego, Misiones, Jujuy y Santa Fe, entre las principales. Caso aparte es el de la provincia de Buenos Aires, en donde el alineamiento irrestricto de la conducción de Suteba con el gobierno provincial hizo que el malestar docente se expresara en el paro de las seccionales opositoras en el mes de junio, que el gobierno amenazó con ilegalizar. En distritos como Caba, en donde el macrismo avanza con dispositivos biométricos para medir el ausentismo -un gasto desproporcionado para un tema que no lo merece- la conducción de Ute describe los hechos sin sentar posición clara. Así las cosas, si CTERA lanza una medida nacional no es por una vocación de lucha consecuente sino porque siente la presión por abajo de las provincias en donde la situación es explosiva.
De hecho, nuevamente el paro está precedido de un “plan de lucha” para la tribuna, con acciones más bien inocuas. La central docente anunció que su “cronograma” contempla una conferencia de prensa nacional el lunes 6 y conferencias provinciales el martes 7 (las conferencias parecen ser importantes), dando rienda suelta a la creatividad el miércoles 8, día que se anuncian “carpas educativas, caravanas, radios abiertas, intervenciones artísticas y actividades en cada distrito”, sin dar mayores detalles.
En los lugares en donde la docencia viene haciendo punta, la lucha va por fuera del cronograma de la conducción nacional. En Río Negro, habrá tres días de paro previos, 24 hs el 1°/10 y 48hs los días 6 y 7/10. En Misiones habrá 48 hs de paro los días 2 y 3/10. Estas son muestras de aquello que obliga a ponerse en movimiento a una conducción que estuvo gran parte del año a la expectativa de la rosca por arriba, sin promover la intervención de los trabajadores, cuestión que la emparenta con prácticamente toda la burocracia sindical.
Señalados los límites de la convocatoria, el paro tiene que ser una jornada en la que la docencia salga a expresar masivamente su repudio al gobierno de Milei y a los gobiernos locales que ajustan y persiguen bajo ese paraguas. El pliego de reivindicaciones del sector es justo y sentido, pero la intervención no debe limitarse a ello. Hay que plantear que, para que la educación tenga la jerarquía que merece, con presupuestos que se adecuen a su importancia social y a las necesidades de docentes y estudiantes, la barbarie libertaria debe terminar: se tienen que ir. Y no se trata de un problema que se agote en las elecciones legislativas: el paro nacional es la oportunidad para que las y los trabajadores tercien en la situación desde una posición de fuerza.
Con estos planteos, hay que preparar la jornada de paro en cada escuela y distrito, impulsando las asambleas y los pronunciamientos, apoyados en los delegados, las agrupaciones y las seccionales combativas, para impulsar una gran demostración de fuerzas que acelere el final de este gobierno enemigo de la educación pública y del pueblo en general.
Facundo Palacios
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