A 30 años del “Fuenteovejuna cordobés”

Jueves, 12. Junio 2025

El 22 de junio se cumplen 30 años de la movilización en el centro de la ciudad de Córdoba que derivó en la quema de la Casa Radical. La UCR gobernaba la provincia a través de Eduardo Angeloz, cuya suerte quedó sellada luego de este acontecimiento.
Para mediados de 1995 el país era gobernado por Carlos Menem, quien había ganado la reelección y se disponía a comenzar su segundo mandato. Este signo de estabilidad política convivía con hechos de sentido contrario. Un año y medio antes, en diciembre de 1993, la pueblada en Santiago del Estero recordada como “Santiagazo” se desarrollaba en el pico del plan económico impulsado Domingo Cavallo. 
Exactamente un año más tarde otro hecho encendía las luces de alerta. Esta vez se trataba de México, donde la crisis del sistema financiero daba lugar a lo que se denominó “efecto tequila”, el cual arrastró en su remolino a numerosas entidades a nivel mundial, entre ellas el Extrader de Marcos Gastaldi (el banco de los “ricos y famosos”). Dos de las entidades oficiales vinculadas al Extrader eran los bancos Provincia y Social de Córdoba, que a raíz del dominó financiero quedaron en la ruina de la noche a la mañana, siendo éste el principio del fin del gobierno de Angeloz.
Inicialmente, Angeloz afirmó que la provincia estaba segura y que a lo sumo se demorarían unos días el pago de sueldos y jubilaciones. Sin embargo, con el correr de las semanas, la situación de ahogo se fue empeorando. Los pedidos de asistencia al ministro Cavallo no surtieron efecto, ni tampoco los fabulosos depósitos a plazo fijo realizados al Banco Provincia de Córdoba por Alfredo Yabrán, amigo del arzobispo Primatesta y de Angeloz, procurando cubrir el rojo oficial. Finalmente Angeloz envió de un proyecto de Ley ómnibus a la Legislatura provincial conteniendo un feroz ajuste y la intención de emitir una cuasi moneda conocida como CECOR.
El 22 de junio de 1995, día de la sesión, numerosos manifestantes, principalmente trabajadores pertenecientes a los gremios más combativos, se enfrentaban en horas de la mañana con la guardia de infantería apostada en los alrededores de la Legislatura, dejando un saldo de varios heridos y detenidos. En horas de la tarde, cuando el sol ya se ocultaba, una columna que partió desde el Sindicato de Luz y Fuerza recibía una descarga de balas y gases policiales al intentar ingresar al microcentro, lo que provocó numerosos choques y ataques a edificios oficiales en medio de improvisadas barricadas.
Pero la cosa no terminó ahí. Al día siguiente, una columna de alrededor de 10 mil personas marchaba por las calles de la ciudad reclamando la dimisión del gobernador. Por su parte, Angeloz había ordenado distintas custodias policiales, particularmente de edificios gubernamentales y de la vieja Escuela Olmos, odiada por haber sido convertida en shopping.
Al principio la vanguardia de la columna encabezada por trabajadores de Obras Sanitarias y de la Unión Obrera Gráfica comenzó a responder a las provocaciones con bombas de estruendo arrojadas por morteros a los cordones policiales. Sin embargo, pronto los trabajadores advirtieron que la Casa Radical, el emblema más preciado de Angeloz, ubicada frente al Patio Olmos, estaba sin custodia y hacia allí se dirigieron dando lugar a la quema parcial de la vieja casona mediante cócteles molotov. Hecho que selló el destino del gobierno provincial y que llamativamente fuera caratulado por el Partido Obrero como “Golpe de Estado”.
A fines de junio, Primatesta encabezaba una comitiva junto a dirigentes radicales y burócratas sindicales, destinada a pedir socorro financiero al gobierno nacional, pero la misma no logró ningún resultado. El 4 de julio, una aturdida delegación cordobesa intentaba obtener financiamiento en los Estados Unidos, perdiendo de vista que ese día se conmemoraba la Independencia norteamericana y que los bancos estaban cerrados. Finalmente, con la provincia quebrada y sin poder avanzar con el ajuste, el 12 de julio de 1995 Angeloz adelantaba la entrega del poder a Ramón Mestre quien, pese a su empeño, no logró domesticar a los trabajadores cordobeses. ¿Prueba de ello? La nómina de activistas presentes en la quema de la Casa Radical encabezada por quien fuera el secretario político del PRML, Manuel Malvicino, no le permitió concretar ningún arresto al por entonces ministro de Gobierno de Mestre, Oscar Aguad, porque la quema de la Casa Radical fue, al decir del propio Malvicino, una “Fuenteovejuna del pueblo de Córdoba”.
Jorge Díaz

Jueves, Junio 12, 2025 - 14:15

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