Semana de acción: Fuera el FMI

La semana del 16 al 21 de mayo tendrá lugar la “Semana de acción contra el FMI”, para rechazar la revisión trimestral de la economía argentina y reclamar por la anulación del acuerdo con el Fondo. En todo el país, las organizaciones integrantes de la “Autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda” llevarán adelante actividades y mesas de difusión, con un 

La aprobación del acuerdo en el Congreso marcó un salto cualitativo en el compromiso del gobierno del Frente de Todos con el FMI y el proceso de endeudamiento externo. Más allá de las divergencias internas del sector de Cristina, que objetó la letra chica del acuerdo (plazos, sobretasas) y votó en contra de su aprobación, el reconocimiento de la deuda contraída por el macrismo en forma ilegal, ilegítima y fraudulenta es un hecho político que abarca a la totalidad del gobierno nacional. Por supuesto, también incluye a la oposición de Juntos por el Cambio, que no solamente puso sus votos en el Congreso sino que fue responsable de fabricar gran parte de esa deuda cuando estuvo en el poder. 

En ese sentido, el reconocimiento parlamentario de la deuda muestra el carácter de clase del régimen político argentino, que prefiere congraciarse con el capital financiero mientras la mitad del país vive en la pobreza. El Poder Ejecutivo nos ajustó el cinturón durante 2 años de pandemia para hacer de “buen alumno” del FMI y luego negoció un acuerdo en términos muy perjudiciales para el país. El Poder Legislativo levantó la mano para aprobar un acuerdo por una deuda que no había sido autorizada por el Congreso en 2018. El Poder Judicial durante 4 años hizo la vista gorda sobre la ilegalidad del endeudamiento de Macri pero en cuestión de días mandó a detener y procesar a los manifestantes que se opusieron al acuerdo. 

La Semana de acción contra el FMI busca sostener la iniciativa para que se suspenda el pago de la deuda y se vuelquen esos recursos en las necesidades populares, al tiempo que se investigue y castigue a los responsables y a los beneficiarios de tal estafa. En ese sentido, esta iniciativa es continuidad de las distintas medidas de lucha que se vienen llevando adelante desde hace más de dos años, y que tienen como centro el impulso a la movilización popular, con eje en el  antiimperialismo y la defensa de la sobernía.

Un debate con el CADI

En el marco de las iniciativas que surgen a partir del problema de la deuda, llamó la atención en el último tiempo la formación del Comité de Acreedores de la Deuda Interna (CADI), a partir de una solicitada firmada por varios sectores políticos, sociales y sindicales -en buena medida cercanos o integrantes del FdT- y a cuya cabeza aparece Juan Grabois.

El CADI parte de una preocupación compartida, al señalar las consecuencias que trae el pago de la deuda sobre las condiciones de vida de los sectores populares. Su conformación se dio después de dos años de negociaciones del gobierno con el FMI y, sobre todo, después de aprobado el acuerdo con el Fondo, es decir que llega tarde. Por otra parte, su misión fundamental es visibilizar la “deuda interna” y promover políticas públicas favorables a los sectores populares, pero esquiva la necesidad de desconocer la deuda externa y anular el acuerdo firmado por el gobierno, condiciones fundamentales para saldar aquella deuda interna. En tercer lugar, ubica el eje de la lucha contra la deuda en el Congreso, cuando es en las calles donde tenemos mejores condiciones para dar la batalla por suspender el pago y anular la deuda. Finalmente, el CADI se apoya fundamentalmente en las iniciativas parlamentarias del sector kirchnerista del FdT (como el “Fondo para la cancelación de la deuda” o el “Impuesto a las grandes fortunas”), que -nuevamente- eluden el debate sobre la necesidad de desconocer una deuda ilegítima, ilegal y fraudulenta.

De nuestra parte, apostamos a la más amplia unidad para luchar contra el FMI, lo cual no nos priva de señalar nuestro punto de vista, sin sectarismos ni oportunismos. A este respecto, ratificamos lo publicado en nuestro anterior número de no transar, en el que decíamos que “más que rascar diferentes ollas para pagar la deuda, debemos pelear por suspender los pagos en forma inmediata, auditar el proceso de constitución de la deuda y desconocer todos los tramos ilegítimos e ilegales, sancionando a los funcionarios responsables. En segundo lugar, destinar todos los recursos disponibles -incluidos aquellos surgidos del cobro de impuestos y multas a los fugadores- a resolver los urgentes problemas de las grandes mayorías: la pobreza e indigencia, la desocupación, el hambre, la vivienda, salud y educación. Tercero, realizar lo anterior en el marco de un programa económico soberano que estatice el comercio exterior, el sistema bancario y los recursos estratégicos para quitarle a la gran burguesía fugadora el control de la economía nacional y reorganizarla en función de los intereses y las necesidades de los sectores populares”

David Paz