SAMEEP – Chaco Crónica de una lucha obrera

Jueves, 18. Noviembre 2021

Un plan de lucha unitario en noviembre del 2020 arrancó una promesa de que el Directorio de SAMEEP (la empresa de agua y mantenimiento de la provincia) reconocería como trabajadores propios a los casi 600 “adscritos” que nunca conocieron otro lugar de trabajo que esta empresa. Hace más de 13 años trabajan de sol a sol en el servicio de agua y cloacas, pero su dependencia expresada en el recibo de sueldo era un Ministerio que fue creado en la primera gestión de Capitanich, que en la nueva gestión que comenzó en 2019 se transformó en Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente. De estos puestos algunos fueron arrancados con lucha y otros fueron respuestas proselitistas. En palabras de Manu, uno de estos trabajadores, esta circunstancia “nada tuvo que ver al sentir que cumplís con una tarea esencial con compromiso, que sos parte de una empresa importante en la provincia con compañeros de fierro y que todo eso en cualquier momento termina y a quién le reclamás”. Y continuaba: “Ves morir tu fuente de trabajo, tenemos maquinarias sin una continua revisión, se pinchó una goma y no la arreglan, las pastillas de freno se gastaron, el jefe hace nota para su arreglo pero nunca resuelven. Así como no hay preocupación por las herramientas, es lo mismo con nuestras vidas. En la gestión anterior perdimos cuatro compañeros trabajando, sin la indumentaria necesaria bajaron a destapar una terminal de cloacas y terminó siendo su tumba. La precarización a la orden del día, los responsables vivitos y coleando, el director de esa gestión como funcionario en la Municipalidad de Resistencia”.
Así se expresaban compañeros de “la 13”, como lo llaman. En ese lugar las cosas fueron cambiando. Las asambleas a las 6hs am ya estaban en la agenda de cada obrero, como así también entre mate y mate la presencia de los compañeros del Sindicato de Obras Sanitarias del Chaco, el SOSCH, y una vez que la ronda ya estaba armada con mucha participación comenzaba el debate, las propuestas y la toma de decisiones para que luego cada compañero, adscritos o de pertenencia a la empresa, consensuaran que ya era insostenible la situación de adscritos y que debía sumarse ese reclamo con tanta fuerza como la exigencia de aumento salarial. Así decidieron comenzar a organizarse con SOSCH en un plan de lucha, un gremio que cuenta con una directiva combativa que expresa el sentir de los trabajadores de base, que estuvo y continúa a la cabeza de la lucha por todos los derechos adquiridos como trabajadores y defendiendo a la empresa estatal ante propuestas privatizadoras.
Pero el tema no se quedaba en los reclamos propios; en las asambleas se debatía conformar una unidad con quienes son víctimas de las políticas de gobierno en cuanto a la falta de estabilidad laboral, carencia de puestos de trabajo para una juventud que no se resigna y la pelea, familias enteras en su lucha por una mesa digna de alimentos producto de políticas que sólo benefician a un sector y que precisamente no son los trabajadores y el pueblo. Así se decidió formar parte de un espacio multisectorial llamado Coordinadora de Lucha donde se confluyó con organizaciones sociales, sindicales y barriales que no abandonaron la calle. Los trabajadores agremiados en SOSCH no sólo conformaron ese espacio sino que también ofrecieron su local gremial. Así, las reuniones de los lunes fueron trazando las movilizaciones y las permanencias para que el petitorio presentado un 30 de septiembre tuviera respuesta del gobernador. Un petitorio que encabezaba el pedido de trabajo genuino para todos los desocupados y desocupadas, estabilidad laboral en salud, educación, desarrollo, como así también el cumplimiento de lo prometido respecto del traspaso de los adscritos a SAMEEP, para el cual el gobernador había comprometido a firmar el decreto el 1 de noviembre. Para los adscritos la promesa no iba a ser esperada en quietud. La persistencia de los movimientos sociales que no abandonaron la calle los contagió, las no respuestas a los puntos del petitorio llenaban de desconfianza y también la persecución a los compañeros de SOSCH, trasladando arbitrariamente de “la 13” al compañero “Foco” Escobar, delegado de hecho, como así también al Secretario General Daniel Tabares y al Tesorero Daniel Rivero, amparándose en una denuncia del Directorio que terminó en la Fiscalía 10 a cargo de la Dra. Irala que dictaminó una perimetral.
Las calles de Resistencia y las orillas de las rutas en el interior fueron el escenario del plan de lucha votado en la Coordinadora de Lucha. No faltaron las movilizaciones y actos por el no pago de la deuda externa, como así también la señalización con actos y movilizaciones a los monopolios formadores de precios de los alimentos que faltan hace rato en la mesa de los trabajadores y el pueblo.
Hoy se puede decir que la organización, la unidad y la lucha expresadas en la Coordinadora logró una victoria. Los adscritos ya tiene su traspaso, ya son obreros de SAMEEP. “Se me cumplió un anhelo- nos decía el compañero Lagraña- y no fue un regalod el gobernador, menos el Directorio, lo arrancamos con la lucha, con el SOSCH y los compañeros de la coordinadora. También agradecerle a las compañeras y los compañeros de la CSJW por participarnos de la experiencia de Jorge Weisz en Jujuy, por convidarnos con un poco de conciencia de clase”. El compañero Porte, uno de los que fue traspasado a la empresa, agrega: “Acá nada terminó, no aceptaremos que por cada logro arrancado haya un costo, los derechos de los trabajadores costó mucha sangre hacerlos cumplir, la libertad sindical es nuestro logro y no vamos a permitir que sea pisoteado.”
El logro arrancado en la lucha, con movilizaciones y permanencias, le fue dedicado en una asamblea al compañero Oscar Kuperman, que en ese momento se conocía su deceso.
Esto recién empieza, porque lo arrancado marcó un ejemplo de lucha y unidad que se va multiplicando.
Victoria Chamorro

Jueves, Noviembre 18, 2021 - 12:15

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