Para recuperar ATE vamos con la Bermellón

Sábado, 15. Agosto 2015

Una alternativa por izquierda, antiburocrática y combativa
Se realizó el cierre de listas para las elecciones de ATE el próximo 2 de septiembre. La crisis de la actual dirección del gremio llevó a su fractura en varias listas. En este contexto se presentó la Lista Bermellón - Frente de Unidad y Lucha como una alternativa por izquierda, antiburocrática y combativa.

El rompecabezas de la crisis de dirección de ATE

La descomposición y crisis de la dirección de ATE finalmente concluyó en la división de la Lista Verde, que se explica por los diferentes proyectos políticos de variantes pro-patronales que cada uno representa y no necesariamente respecto a su modelo sindical. Hace cuatro años se pusieron de acuerdo en una lista única en función de manejar la caja y mantenerse en los cargos, mientras a lo largo del período no salieron a organizar la bronca de los estatales ni a enfrentar el ajuste del gobierno K. Lo que evidencia que de fondo no hay diferencias.
La Verde quedó dividida en dos listas a nivel nacional y tres en la seccional Capital. Por un lado, la Lista Verde y Blanca conformada por la alianza Verde K- Azul yaskysta, furgón de cola de la política del gobierno kirchnerista y que apoya la candidatura de Scioli. Está encabezada por Nando Acosta (Jujuy), quien venía negociando con Pablo Micheli y a último momento terminó cerrando filas con el kirchnerismo, dejando al líder de la CTA opositora sin candidato ni lista a nivel nacional. A su vez, la Lista Verde y Blanca presenta como candidato de la seccional Capital al “Tano” Catalano, quien pretende ganar la seccional en función de generar mayor debilidad a la CTA opositora en pos de fortalecer la CTA yaskysta. Aun así, esta lista viene presentando dificultades, contemplando las fracturas en su interior que proporcionaron candidatos a las otras dos variantes verdes.
Por otro lado se presenta la Lista Verde promovida por De Gennaro, encabezada por “Cachorro” Godoy (Provincia Buenos Aires) y Julio Fuentes (Neuquén) como principales candidatos nacionales. La seccional Capital está encabezada por Rubén Mosquera. Hay que recordar que este desenlace viene a cuento de la ruptura entre degennaristas y michelistas (luego que Micheli cerrara con Stolbizer, mientras De Gennaro es candidato de Unidad Popular), lo que fomenta el debilitamiento de la centro-izquierda en el sindicato con una mayor dispersión de votos.
En este sentido, el dato de color es que Pablo Micheli quedó sin candidato a nivel nacional, lo que demuestra su debilidad en el único sindicato fuerte (ATE) con el que contaba la CTA opositora al gobierno, quedando a la vista que la Central es una cáscara vacía y con el riesgo de una posible disolución. Este esquema dejó pintado al representante de la CTA que sólo pudo garantizar listas cortas en algunas provincias y seccionales como en ATE Capital siendo su candidato José Luis Matassa (actual Secretario General de la seccional).
Más allá de este rompecabezas lo único que queda claro es que ninguno de estos sectores va a representar los intereses de los trabajadores estatales; su único objetivo es poner al gremio al servicio de los propios proyectos políticos electoraleros dándole la espalda a los trabajadores y sus históricos reclamos.

Una alternativa que crece

Mientras las diferentes variantes que conformaban la dirección de ATE se fracturan y debilitan se logró presentar la Lista Bermellón - Frente de Unidad y Lucha, del que participan miles de trabajadores en todo el país. Esto abre la oportunidad de hacer crecer una alternativa, y es una responsabilidad de todas las fuerzas que la componen, poniendo por delante la unidad y sin quedar atados a los tiempos electorales del sindicato ni de las elecciones nacionales. Es un desafío construir no sólo un frente electoral sino la unidad política de este frente, apostando a fortalecer un espacio de lucha. Lo que se debate de cara al próximo 2 de septiembre son los diferentes modelos sindicales.
En esta línea hay una doble tarea por delante: desarrollar por un lado la lucha sindical -reivindicativa, por todos los reclamos que aquejan a los trabajadores, y también dar la lucha política, que para los estatales significa cuestionar las definiciones políticas de las diferentes gestiones, las políticas públicas focalizadas y exigir que las mismas sean integrales, que respondan a las necesidades de los sectores populares y cuenten con un presupuesto acorde para su aplicación, enfrentar a quienes pretenden utilizar a los estatales en función de sus campañas electorales y contra las prácticas clientelares vigentes en todos los estamentos del Estado.
Esta doble tarea es la que abona a la construcción del clasismo -que viene necesariamente de la mano de un proyecto revolucionario- generando organización combativa en permanente disputa de poder.
Esto implica discutir otro modelo gremial, no sólo con la burocracia sino también con aquellas organizaciones del campo popular. Hoy hay que priorizar los puntos de unidad pero teniendo en claro hacia dónde ir.
Para estas elecciones hay que avanzar en la consolidación de la Lista Bermellón como una alternativa por izquierda, antiburocrática y de lucha que sea la referencia para los trabajadores, activistas, delegados y juntas internas combativas ganando las calles por los legítimos reclamos de los trabajadores y contra la política de ajuste del gobierno kirchnerista y compañía.

Ema Díaz

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Sábado, Agosto 15, 2015 - 00:00

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