Julio López: 12 años de impunidad

Jorge Julio López desapareció el 18 de septiembre de 2006, después de declarar como testigo en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz. Pasaron doce años y aún no hay imputados ni detenidos en la causa donde prevalece la impunidad.
Poco se hizo durante los gobiernos kirchneristas para buscar a Julio López, nada se avanzó desde que Mauricio Macri es presidente. Claramente, los derechos humanos no están en la agenda del macrismo y además, se esfuerzan por demostrarlo. En estos últimos dos años, la justicia de la era Macri ha beneficiado con la prisión domiciliaria a varios genocidas que cumplían sus condenas en cárceles comunes, entre ellos a Miguel Etchecolatz, quien fue responsable de los 21 centros clandestinos de detención de la Provincia de Buenos Aires, mano derecha del represor Ramón Camps, y que está condenado 6 veces por robo de bebés, secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones.
Julio López era militante peronista y ejercía el oficio de albañil. Durante la dictadura cívico-militar fue secuestrado y pasó por varios centros clandestinos de detención. Ya en democracia, Julio López prestó declaración en los juicios contra los genocidas. Años después, con la anulación de las leyes de impunidad, también lo hizo como testigo en el juicio en el que el represor Miguel Etchecolatz fue condenado a prisión perpetua. Días después de su declaración, el 18 de septiembre de 2006, desapareció sin que nadie tenga noticias sobre su paradero al día de hoy.
Etchecolatz consiguió la prisión domiciliaria en diciembre del 2017. Los responsables fueron los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero, del Tribunal Oral Federal 6. Luego, el genocida se instaló en su casa de Mar del Plata, en el bosque Peralta Ramos, donde familiares de víctimas de la dictadura, organismos de derechos humanos, sindicatos, hasta incluso vecinos, se manifestaron en varias oportunidades contra la presencia del represor. Pero gracias a la incansable lucha de los organismos de derechos humanos, la Sala IV del Tribunal de Casación Penal, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Juan Gemignani y Gustavo Hornos, revocó la decisión.
Doce años después de la segunda desaparición de Julio López, el genocida tiene la impunidad de solicitarle a la gobernadora Vidal la posibilidad de ofrecer sus servicios en la fuerza policial bonaerense, mientras que aún se desconoce el destino de Julio López.
El Encuentro Memoria Verdad y Justicia convoca a todos a la Ronda de las Madres, el jueves 20 de septiembre a las 15:30 hs para leer el documento a las 17hs en Plaza de Mayo:
APARICIÓN CON VIDA YA!

Marcela Stein