Gran jornada de confluencia piquetera

El jueves 18 de mayo se realizó la más grande confluencia piquetera de los últimos años. La concentración en Belgrano y 9 de Julio contó con la participación de la Unidad Piquetera y de la UTEP, que son los dos espacios más importantes del sector. A la imponente manifestación en la CABA se le sumaron actividades en varios puntos del país.

Calentado motores hacia esta movida, el Frente de Lucha piquetero realizó una marcha federal que recorrió las distintas provincias del país y que finalizó en Plaza de Mayo el día 17 con miles de compañeros y compañeras. Desde la CUBa-MTR participaron delegaciones de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, Misiones, Mar del Plata, Gran Buenos Aires y CABA. Con gran entusiasmo militante se organizaron las intervenciones en cada provincia y se organizaron los viajes para participar de los actos en las paradas intermedias como en el acto central, luego del cual se realizó una vigilia en Plaza de Mayo. Si hace un año el acampe frente a la Casa Rosada fue un evento de máxima tensión, esta vez las desocupadas y los desocupados dispusieron de la plaza sin la menor resistencia por parte del gobierno.

Luego de varias idas y venidas se concretó la jornada de protesta histórica que colocó a los movimientos oficialistas y opositores al gobierno, en la calle con un planteo común: abajo el ajuste del gobierno y el FMI, basta de hambre y pobreza. A esta jornada también se sumaron la CTA A y otros bloques, incluidos los referenciados con el kirchnerismo. Pocos fueron los que se quedaron afuera de esta confluencia. Muchos incluso se sumaron a último momento empujados por la propia ministra, quien hizo todo lo posible por pelearse con todos los sectores a la vez.

No es novedad que los distintos componentes del Frente de Todos se parcelaron ministerios y en muchos casos dentro de cada ministerio, se repartieron las distintas áreas de intervención. En Desarrollo Social de Nación, a la cabeza siempre ubicaron un “albertista”, pero en el organigrama aparecían camporistas y dirigentes de movimientos sociales. El voltaje de las internas que resonaban en el edificio de la 9 de Julio, trajo dificultades para resolver los reclamos que continuamente acercamos a los distintos ministros que se sucedieron. Al mismo tiempo, en la medida que el FMI exigía más ajuste, más apretaban hacia abajo.

La ministra Tolosa Paz llegó al ministerio en la etapa final de mandato de Alberto Fernández y con un objetivo claro: ajustar la asistencia social que brinda el Estado. Este achique debía darse por la vía de los alimentos, los convenios y las bajas de programas sociales. Pero para pasar el ajuste primero debían golpear a las organizaciones. Así fue que desde el año pasado comenzó un ataque en el que se sucedieron campañas mediáticas, políticas y judiciales que buscaron desacreditar y criminalizar la lucha de las organizaciones sociales, piqueteras y de desocupados. Durante el 2022, con causas armadas, allanaron locales, comedores y merenderos. Allí se dio el primer acercamiento de la UP y la UTEP rechazando los ataques del gobierno y la justicia. Esa unidad en la acción no prosperó, aunque los ataques continuaron.

A las causas judiciales se le sumó un informe de la AFIP, dirigida por el dirigente kirchnerista Castagneto, sobre la incompatibilidad de 300.000 planes Potenciar. Una vez más la justicia intervino criminalizando a los trabajadores pobres y atacó a todos los compañeros y compañeras que cobran el Potenciar Trabajo. Se retrasaron los pagos de diciembre y enero, lo que generó mucha bronca y desconcierto, mientras que los alimentos seguían sin entregarse. Frente a todo esto la mayor parte de la UTEP se quedó en el molde, mientras desde la UP, lo enfrentamos en la calle con cortes de ruta y acampes.

El comienzo del 2023 encontró nuevamente a la UP batallando contra la aplicación del ajuste que pide el FMI. Y con las tensiones internas del FdT subiendo el voltaje con una crisis económica que no pueden controlar. Inflación, bajos salarios, deuda externa, aumento de pobreza, etc., configuran un escenario que golpea duro a la clase obrera ocupada y desocupada. En este marco, las organizaciones de base popular que integran el FdT, se ven obligadas a dar respuesta a sus compañeros. En este sentido es de destacar la búsqueda de la UTEP por confluir con la UP y demás organizaciones piqueteras y de desocupados, mostrando más reservas de lucha que, por ejemplo, los gordos de la CGT, que ven la caída del salario y ni se inmutan.

De parte de la UTEP, su identificación con el gobierno no se limita al apoyo político, sino que tienen varios referentes que son funcionarios. No deja de ser contradictorio que se movilicen contra el gobierno del cual forman parte. Las explicaciones que den respecto de esta conducta no son un problema de la UP, así como tampoco la relación interna entre los sectores más componedores y los más confrontativos. El planteo de que esta confluencia le “lava la cara” a las organizaciones oficialistas parte de no entender la profundidad de la crisis política y económica que atraviesa el país por un lado y tampoco pone en valor que de esta jornada de lucha los que salimos fortalecidos somos aquellos que pugnamos por fortalecer la intervención popular en las calles para que la crisis no la paguemos los trabajadores. La UP se anota un poroto en este sentido. Es también esta confluencia, esa foto de cientos de miles en la 9 de julio un mensaje para el FMI y para los que quieran gobernar en el mandato que viene. Fue una forma de marcar la cancha.

Ahora bien, no deja de ser cierto que hay límites. Desde los sectores oficialistas se hizo mucho hincapié en el FMI y poco en el gobierno. Sin duda la espada de Damocles que significa el FMI no es poca cosa, pero también es cierto que el gobierno aceptó condicionalidades muy nocivas para el pueblo en el acuerdo aprobado por el Congreso. Al mismo tiempo, se podrían tomar medidas más importantes para mejorar la calidad de vida de las personas pero no se realizan.

Por otro lado, si no queremos profundizar en las diferencias sobre las responsabilidades del ajuste, podemos decir que para romper el acuerdo con el fondo necesitamos de un plan de lucha, no medidas aisladas. Esto hasta el momento es una incógnita pero nuestra postura es que debemos continuar por el camino de la confluencia con un plan de acción hasta que consigamos la vida digna que todos nos merecemos.

Sin dudas esta jornada fue un aporte a las luchas en curso, de continuar será bienvenida, aunque si no sigue nos seguirá teniendo en la calle. Es quizás la principal virtud de la UP haberse mantenido luchando mientras todo el resto especuló y depositó expectativas en las roscas de pasillo y oficina. Como dijimos en el plenario de marzo, la crisis se iba a profundizar y el ajuste también. Para ese escenario nos preparamos y entendemos esta jornada como una victoria de nuestra política.

Victor Pucará